Procedimientos

La etapa de la derivación de la cirugía

Cuando se utiliza un vaso del antebrazo o de la pierna, el cirujano conecta, o injerta, un extremo del vaso extraído a la aorta, lo que permite que circule sangre al injerto. El otro extremo se conecta a la arteria coronaria que tiene una obstrucción, pasando por alto la porción obstruida para restablecer el flujo sanguíneo al músculo cardíaco.
No es raro que un cirujano realice uno o más de estos injertos durante una operación. Dependiendo de cuántos injertos de derivación realice el cirujano, la operación se denomina baipás doble (2), triple (3), cuádruple (4) o mayor.

     Corazón con baipás

 

Durante el procedimiento de baipás, el cirujano tiene dos opciones:

  1. Parar el corazón y usar un sistema de circulación extracorporal (con bomba).
  2. Permitir que el corazón siga latiendo durante la operación (sin bomba).

Baipás con bomba

Los procedimientos de baipás se hicieron rutinarios en los años 60, tras la invención de los sistemas de circulación extracorporal. El sistema de circulación extracorporal es un dispositivo que realiza temporalmente el trabajo del corazón y los pulmones. De esta manera, es posible detener el corazón durante la cirugía de baipás (CABG). El sistema de circulación extracorporal suministra oxígeno a la sangre y mantiene la sangre circulando mientras el cirujano sutura los injertos.

Una vez completada la operación, el corazón vuelve a su ritmo normal y el sistema de circulación extracorporal ya no es necesario.

El sistema de circulación extracorporal hizo posible que los cirujanos salvaran la vida de millones de pacientes.
La cirugía de baipás con bomba sigue siendo el estándar de atención. Este procedimiento de rutina conlleva el riesgo de infección, hemorragia, accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte.

Baipás sin bomba

En el baipás sin bomba, el corazón continúa latiendo y suministrando sangre oxigenada a todo el cuerpo mientras el cirujano realiza los injertos de derivación.
Ciertas poblaciones de pacientes pueden beneficiarse de la cirugía de derivación sin bomba. Incluyen pacientes con diabetes, enfermedades renales y aquellos con un corazón con un funcionamiento significativamente deficiente. Con cualquier procedimiento quirúrgico cardíaco, la infección, hemorragia, accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte son riesgos potenciales. Hable con su cirujano para analizar cuál es la mejor opción para usted.